Al César lo que es del César. Esta receta no es mía, sino de mi mujer que, con cuatro cosas, se ha sacado de la manda un recetón delicioso (oishī en japonés) que te salta todo el boinón...
Lo mejor de todo es que se prepara en un momento y está bueno, pero bueno de verdad... ¡Espero que os guste!
INGREDIENTES (para 2 personas)
- 300 gr de pechuga de pollo
- 8 espárragos
- 1 cebolla
- 6 cl de salsa de soja
- Un puñadito de hojas de menta
- 8 gr de jengibre molido
- 15 gr de harina
- Lima iraní desecada (que no cunda el pánico, también sirven las frescas)
- 2 dientes de ajo
- 200 ml de agua (para la salsa)
- 300 gr de noodles o fideos japoneses
- Aceite de oliva
PREPARACIÓN
Prepara todos los ingredientes antes de empezar:
- Corta la pechuga de pollo en tiras.
- Corta los espárragos por la mitad y, cada trozo, por la mitad a lo largo.
- Corta la cebolla en juliana y los ajos en láminas.
- Pon una olla con agua a calentar (no pongas apenas sal, ya que la salsa es muy sabrosa...)
Ahora, en una sartén, dora los ajos y pocha la cebolla hasta que quede dorada.
Cuando esté floja, incorpora el pollo y sofríelo.
Añade la harina y remuévelo todo para que se reparta bien.
Ahora vierte la salsa de soja, el jengibre y ralladuras de la lima seca (o ralladuras de lima fresca). Ve incorporando el agua (200 ml) poco a poco para que la harina se vaya disolviendo bien.
Deja hervir el conjunto hasta que empiece a espesar.
Pica la menta muy fina y échala junto con los espárragos. Déjalos cocinar apenas un par de minutos para que se hagan pero que no pierdan ese puntito crujiente.
Apaga el fuego y reserva la salsa. Ahora vamos con los noodles.
No hay mucho misterio. Cuécelos según las indicaciones del fabricante (5-10 minutos en agua abundante).
Cuando estén, escúrreles el agua y sírvelos acompañados de la salsa. ¡Que aproveche! (o en japonés "Itadakimasu!")
