lunes, 30 de abril de 2012

Cáceres: medieval y para comérsela... (segunda parte)

Tapas & Restaurante La Minerva

En plena Plaza Mayor de Cáceres tenemos un ejemplo perfecto de renovación. En la antigua ubicación de la conocidísima imprenta "La Minerva" (142 años de actividad hasta el año 1.999 en que cerró), surge un nuevo concepto gastronómico en Cáceres: un restaurante que eleva de categoría las tapas y que, además, ofrece varios ambientes en los que disfrutar de su buena cocina.


La Minerva
Plaza Mayor de Cáceres
Cáceres
Telf. 927 26 10 52

Aprovechando la antigua estructura del edificio, la terraza (para cuando hace bueno), da paso a la barra y la tapería. La zona es ideal para una comida informal.
Pero el fondo del local, el restaurante, es un ambiente luminoso, inmaculado y elegante que nos transmite elegancia y sencillez.



Objetos vintage y minimalistas nos trasmiten la preocupación por los detalles que esperamos también estén presentes en la cocina.


La carta de tapas aúna tradición y modernidad: patatas bravas, gazpacho de frambuesas, hamburguesa de rabo de toro y foie, carrillera ibérica guisada con PX, puntas de solomillo ibérico con boletus (entre otras muchas) permiten hacernos una idea de lo que podremos encontrar en el restaurante.
La mejor opción para los indecisos como yo: el menú degustación:
  • Aperitivos y snacks.
  • Arroz cremoso de hongos, cigalas, parmesano y ensaladita de germinados.
  • Tronco de merluza asada con puntillitas, patata chafada con aceite 100% de arbequina y jugo de pimientos asados y regaliz.
  • Presa ibérica a las brasas, puré de orejones con anís estrellado, tirabeques y leche espumosa de frutos secos.
  • Postre: 100% chocolate.
NOTA: Si algo del menú no os gusta, tratadlo con el personal de sala. Son muy atentos y seguro que encuentran una solución que os encaje.

Para empezar, mollejas de cordero con puré de coliflor y salsa de soja. Inusual e interesante como aperitivo, pero sabroso en exceso...


Fuera del menú, pedimos unas croquetas de boletus y eran suaves y cremosas, nada pesadas. Sin duda una tapa excelente.


Llega el primero. El arroz cremoso hace fama a su nombre y, además de sedoso, está cargado de sabor a marisco. Las hebras de azafrán casan perfectamente en el conjunto, pero la cantidad parece que se queda un poco justa (objetivo cumplido: te deja con ganas de más...)


El tronco de merluza es la sencillez personificada: líneas simples y montaje contenido. Sin artificios, lo único que queda es concentrarse en el sabor y el olor. La perfección del conjunto se construye con pequeñas sutilezas: una porción de pescado perfectamente cocinada, un puré ligado en el punto exacto (nada elástico) y un jugo de pimientos y regaliz que unifica el conjunto y le da sentido. Lástima de las espinas que había en algún trozo: inesperadas y desagradables comensales que anulan el conjunto en parte y ensombrecen la experiencia.


Hemos cambiado uno de los lomos de merluza por una carrillera ibérica guisada con Pedro Ximenez, crema de coliflor trufada y picada de avellanas tostadas. Los chips de yuca y los pétalos de flores aportan originalidad a este plato bien concebido y ejecutado.


La presa ibérica se hace esperar (mal comienzo). La presentación del conjunto es elegante y sugerente: muestra los componentes sin enmascarar nada, tratando de poner de relevancia las materias primas que componen el plato. Pero, y este pero es el segundo del día, la pieza de carne no es presa ibérica, sino más bien solomillo... Y para mi gusto está hecha en exceso, resultando difícil de comer (costra de brasa exterior e interior demasiado seco es siempre una mala combinación...) Lo justo hubiese sido un aviso por parte de la cocina antes de servirlo, pero no lo hubo. Otra nota para la cocina: la infiltración de grasa de la presa ibérica la hace ideal para la parrilla rápida teniendo en cuenta que la pieza es fina, pero el solomillo (normalmente grueso) no puede aguantar el mismo proceso sin resecarse...


A esta altura de la comida el balance es agridulce: ha habido detalles que no me han gustado y espero el postre con impaciencia para decantarme.

Dentro del menú, el "100% chocolate" es un clásico que, aun estando delicioso, no nos aporta más que un buen cierre típico y esperado...


Pero he aquí un postre fuera de carta sorprendente y delicioso: ragout de fresas y rosas, chocolate blanco y helado de té verde. Simplemente sublime: helado de chocolate blanco dulce pero no en exceso, fresas templadas y suaves y un helado de té verde redondo en boca, que acompaña cada bocado y nos deja una nota agradable en el paladar. Perfecto. Redime casi por completo la experiencia, pero sólo casi.


La experiencia me produce sentimientos encontrados. Ha habido detalles que me han encantado (el sitio, el trato del personal de sala, algunos de los platos), pero otros han ensombrecido todo el conjunto y no puedo por menos que preguntarme ¿será un mal día? ¿Debería repetir la experiencia para contrastar? La verdad, pensar en tantos kilómetros desde Madrid para probar de nuevo me da pereza... Y mucha.

DATOS DE INTERÉS
  • Tapas & Restaurante "La Minerva". Plaza Mayor de Cáceres. Telf. 927 26 10 52 [Web][Mapa]
  • Terraza (cuando hace buen tiempo).
  • Precio medio: 20-35 €.


2 comentarios:

  1. Gracias por ilustrarnos a los neófitos de fornma tan agradable.

    Un abrazo

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  2. Gracias ti por la visita y el comentario. Siempre es un placer ser de utilidad.

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