Pastel de nata

Pues aunque los dulces no son lo mío, esta receta está tirada de hacer y no me puedo resistir a ella. Es muy fácil, está realmente buena y tiene muchas posibilidades. La textura que tiene es densa, pero jugosa y muy suave. Se convertirá en una de vuestras recetas base, ¡seguro!

INGREDIENTES

• 225 gr de harina
• 2 cucharaditas de postre de levadura química
• 3/4 de cucharadita de postre de sal
• 350 gr de nata para montar
• 3 huevos
• 1 cucharadita de postre de esencia de vainilla
• 180 gr de azúcar

PREPARACIÓN

Lo primero, precalienta el horno a 175º C.

En un cuenco, mezcla bien los ingredientes secos (harina, levadura y sal) y resérvalos.

Bate ligeramente, pero ligeramente, los huevos y la esencia de vainilla. Trata de que mantengan el precioso color amarillo de las yemas. Resérvalos también.

En otro cuenco, bate la nata hasta que esté montada (que al retirar las varillas de montar, los picos que se  formen sean consistentes y firmes). Añade los huevos y bate bien hasta que el color sea homogéneo y tenga la consistencia de una mayonesa.

Agrega el azúcar y sigue mezclando, asegurándote de que se esté bien repartida.

Incorpora la mitad de los ingredientes secos y, con una lengua de pastelería, mezcla con movimientos suaves y envolventes. Mezcla hasta que no aprecies elementos secos, incorpora la otra mitad, sigue mezclando hasta que tampoco veas elementos secos pero no trabajes la mezcla demasiado o el pastel se pondrá echo un bloque y no subirá en el horno. 

En un molde antiadherente o uno que esté bien engrasado, reparte la masa y métela al horno. Cuécela unos 50 minutos (depende de cada horno). Para asegurarte, sobre los 45-50 minutos puedes pinchar el pastel y si la punta del cuchillo sale limpia, es que está hecho.

Déjalo enfriar cinco minutos y desmóldalo. Corta una ración y, para darle un puntito interesante, mójala con algún licor o almíbar. En mi caso, la remojé con un poco de amarguinha, un licor de almendra amarga portugués muy parecido al amaretto, aunque puedes utilizar lo que tengas a mano (whisky o coñac rebajado, licor de café...)

Puedes acompañar la ración con un poco del licor que hayas usado o un buen café. ¡A disfrutarlo!