¡Truco o trato! Un menú de Halloween para todos

Calabazas fantasmales. Murciélagos, arañas, gusanos y ratas... Sombras sibilinas que susurran secretos terribles... Duendes, trasgos, brujas, zombis, martinicos y espíritus que pululan libremente una vez al año... Sí, todo esto nos lo ha colocado el merchandising americano, pero si obviamos este detalle, es una ocasión perfecta para que todos pasen un tiempo juntos (especialmente con los más pequeños) y, si puede ser cocinando, ¡qué más se puede pedir!

El menú de Halloween será: 

• Araña aplastada
• Momias enfadadas
• Cementerio fatuo

INGREDIENTES (Araña aplastada)

• 250 gr de carne picada
• 250 gr de espaguetis negros
• Una cebolla
• Uno o dos dientes de ajo (a tu gusto)
• 400 gr de tomate troceado
• 200 gr de tomate frito
• Un poquito de orégano, sal y pimienta

PREPARACIÓN


Comenzaremos preparando la salsa. En una sartén, sofríe el ajo y la cebolla picados. Échale un poco de sal para que se ablanden bien.

Tras unos tres minutos, pon la carne picada y salpimenta a tu gusto. Saltea la carne unos tres minutos.

Ahora añade el tomate troceado y sofríe el conjunto tres minutos más (hasta que el líquido haya desaparecido casi por completo).

Para terminar, agrega el tomate frito y retíralo del fuego para que no se seque el conjunto en exceso. Reserva la salsa.

Para los espaguetis, pon una olla con agua y sal al fuego. Cuando el agua esté hirviendo, echa la pasta y cuécela el tiempo que indique el fabricante (normalmente entre cinco y siete minutos).

Cuando la pasta esté cocida, comienza la parte creativa del plato. Para emplatar, pon un poco de la salsa como si fuesen las tripas del bicho. Con la pasta, haz tres nidos de pasta para representar el cuerpo de la araña. Luego toma ocho trozos de espaguetis y sitúalos como si fuesen las patas. Por último, añade un par de ojos para rematar a la araña aplastada (rebusca en la despensa: guisantes, bolitas de caramelo verde... ¡La imaginación al poder!) ¡Puaaaaj! ¡Pero qué rico está!

Ahora vamos a por el segundo plato. 

INGREDIENTES (Momias enfadadas)

• Una lámina de hojaldre
• Cuatro salchichas (las que más te gusten)
• Un huevo

PREPARACIÓN


Este plato es ideal para hacerlo con los más peques de la casa. Bate el huevo y resérvalo. Comienza  descongelando la lámina de hojaldre. Échale un poco de harina para que no se pegue en la tabla de corte. Dependiendo del tamaño de la salchicha, corta un cuadrado de la misma longitud y hazle la forma de la foto (no es fácil de explicar). Haz una especie de capucha y practica cortes a cada lado para hacer unos "flecos".

Unta de huevo la superficie, sitúa la salchicha en el medio y comienza a arroparla con el hojaldre: la capucha en la punta y entrelaza los flecos poco a poco.

Cuando termines de tapar toda la salchicha, unta con un poco de huevo la superficie. Repite el proceso para todas las demás.

Sitúa las salchichas "momificadas" en una bandeja de pírex (o la que tengas) con un poco de papel parafinado e introdúcelo en el horno precalentado a 180º C (unos 350º F) hasta que queden doradas. 

Una vez estén hechas, ponlas en un plato y decóralas como quieras (ponle unos ojos con semillas de comino para que te miren enfadadas)... Acompáñalas, por ejemplo, con una emulsión de reducción de refresco de cola y aceite de oliva (un poco de aceite, un poco de reducción y bátelo para que ligue). ¡Terroríficamente delicioso!

Y por fin llega el postre... Espero que el miedo te deje comer...

INGREDIENTES (Cementerio fatuo)

• 50 gr de harina
• 60 gr de azúcar
• 200 gr de chocolate negro al 70% (o del amargor que más te guste)
• 60 gr de margarina
• 2 huevos
• 75 ml de sirope de menta
• Un poco de mermelada de frutos rojos (frambuesas, grosellas, fresas...)
• 2 cucharadas soperas de lecitina de soja

PREPARACIÓN


Derrite en el microondas la margarina y 70 gr de chocolate (reserva los 130 gr restantes para más tarde). Hazlo, como siempre, poco a poco, ya que si te pasas de calor, el cacao se quema, hace grumos y se estropea. Remuévelo hasta que quede homogéneo y resérvalo.

Reserva las claras de los huevos. En un cuenco, mezcla las yemas y el azúcar. Bátelas hasta que tripliquen el volumen (que queden esponjosas y blancas).

Ahora añade la mezcla de chocolate y mantequilla y la harina. Vuelve a mezclar hasta que quede una masa uniforme.

Bate las claras de los huevos a punto de nieve con una pizca de sal (así quedan más firmes). Ponlas junto con la masa anterior y mézclalo suavemente, con movimientos envolventes para tratar de perder el menor volumen posible.

Una vez lo tengas, pon en un recipiente para horno un poco de papel parafinado (esto hará que puedas desmoldarlo mejor). Cocínalo en el horno a 180º C (unos 350º F) unos 20 minutos.

Mientras tanto, del hojaldre sobrante de las "momias enfadadas", recorta unas lápidas y unas cruces para adornar más tarde. Úntalas de huevo batido y mételas en el horno hasta que estén doradas.

Pasados los 20 minutos, saca el bizcocho del horno.

Recorta unos trozos de 2 x 6 cm. Córtalos a la mitad y rellénalos de la mermelada de frutos rojos.

Vuelve a taparlos. Funde los 130 gr de chocolate que reservaste y recubre los bizcochitos y, cuando comience a endurecerse un poco, coloca las cruces y las lápidas encima de ellos. Resérvalos.

Del bizcocho que haya sobrado, desmenuza un poco para simular tierra removida y resérvalo.

El último paso es opcional. Busqué algodón de azúcar de color verde para simular niebla, pero no lo encontré, así que compré lecitina de soja para poder hacer un aire de menta con el sirope. Para ello, en un cuenco, mezcla el sirope con unos 70 ml de agua y la lecitina. Bate la mezcla, verás cómo se va formando una espuma. La lecitina de soja hace que esta espuma no se rompa, la hace más resistente de lo normal y así podremos decorar nuestro plato.

En un plato chulo (yo he utilizado una lámina de pizarra), esparce las migas de bizcocho, sitúa encima las "tumbas de chocolate" y, por último, pon un poco de esta niebla de menta burbujeante por aquí y por allá... ¡Esto está de muerte!

Y esto ha sido todo. Espero que os divirtáis preparando este menú tanto como yo y que lo disfrutéis con los vuestros justo antes de contar historias de miedo... Jajejijoju, jajejijoju, jajejijoju...