miércoles, 2 de febrero de 2011

Polvo de jamón

Segundo (y último) paso previo antes del menú de San Valentín que os he prometido.
El polvo de jamón es realmente fácil de hacer y no os creeréis el partido que le vais a sacar: ensaladas, sopas, cremas, tostas... ¡Todo gana una dimensión extra con este ingrediente!


INGREDIENTES
  • Jamón sin grasa cortado en lonchas muy finas (la cantidad que quieras hacer).


PREPARACIÓN

En una bandeja de horno, pon un poco de papel parafinado y, sobre él, coloca las lonchas de jamón bien estiradas. Mételas al horno a 100º C (unos 212º F) unos 15 minutos.


Sácalas del horno y déjalas enfriar un par de minutos (para que se endurezcan bien). Una vez frías, retira los posibles restos de grasa y aplasta la carne con un cuchillo plano. Con esta acción el jamón se romperá en mil pedacitos (el tamaño del grano lo decides tú: cuanto más aprietes, más pequeño).


Guarda el polvo resultante en un recipiente que lo preserve de la humedad (incluso envuelto en un papel de cocina absorbente) y te aguantará perfectamente varias semanas.


Y ya está. Fácil, ¿no? Ala, tomad nota, que muy pronto os cuento para qué lo vamos a necesitar.

1 comentario:

  1. ¡Vaya truquito más "apañao"! Me lo voy a hacer para tenerlo siempre a mano.

    ResponderEliminar