El alioli es una salsa a base de ajo y aceite. Es una salsa muy elaborada y que requiere de un brazo bien fuerte para hacerla (si no, que se lo pregunten a mi amigo Guille de cuando estuvimos en Ávila -aunque al final no la catara, ¡ja ja!). Esta ya la haré otro día, porque lo que hoy os quiero contar es una salsa rápida que no es una mahonesa con ajo: os sacará de más de un apuro y dará una dimensión extra a los platos en los que la utilicéis.
INGREDIENTES
- 1 huevo
- 1 diente de ajo
- 100 ml de aceite de girasol
- 70 ml de aceite de oliva
- 1 cucharada de vinagre (o más si te gusta lo ácido)
- Sal al gusto
PREPARACIÓN
Atento, que si pestañeas te lo pierdes de lo rápido que es. En un vaso de batidora poner el ajo troceado, el huevo, los aceites, la sal y el vinagre.
Hunde la batidora hasta el fondo Y NO LA MUEVAS (esto es muy, muy importante). Ponla en funcionamiento a máxima potencia Y NO LA MUEVAS (sigue siendo importante). Verás cómo se va formando la mahonesa en el fondo del vaso y, poco a poco, va envolviendo al brazo de la batidora. Cuando apenas quede un tercio del aceite original, comienza a mover muy lentamente la batidora: levanta un par de centímetros y vuelve a bajar. Poco a poco verás que ya no quedará aceite, entonces la salsa estará ya hecha y podrás mover la batidora tanto como quieras (porque ya no se cortará). El proceso apenas llega al minuto y tendrás un magnífico falso alioli o ajillo para acompañar carnes, patatas, pescados, arroces...
Yo sé de más de uno que se comen una barra entera mojando en el ajillo... ¡¡Qué bueno cocinero!!
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