La palabra pannacotta viene directamente del italiano ("panna" es nata y "cotta" es cocida, así que se trata de nata cocida). Los habitantes del Piamonte italiano son unos auténticos maestros de este postre que suele servirse con mermeladas de frutos rojos. Fin de la teoría: manos a la obra.
INGREDIENTES
- 600 ml de nata
- 4 hojas de gelatina
- 1 vaina de vainilla
- 15 gr de hojas de menta fresca
- 4 cucharadas soperas de azúcar (según gustos, aunque muy dulce empalaga en exceso).
PREPARACIÓN
Lo primero de todo, pon las hojas de gelatina a remojo con agua fría.
Reserva la mitad de la nata. Pon la otra mitad en una olla junto con la menta y el contenido de la vaina de vainilla (y la propia vaina, claro).
Cuécelo a fuego lento para infusionarlo durante 15 minutos. Pasado este tiempo cuela la mezcla para quitar las hojas y la vaina.
Retira el conjunto del fuego, escurre bien las hojas de gelatina y añádelas. Disuelve bien las hojas de gelatina y añade el resto de la nata fría que habías reservado. Si lo crees necesario, puedes aligerar la nata con un poco de leche. Distribuye la mezcla en moldes individuales.
Deja enfriar el conjunto antes de meterlo en el frigorífico para que termine de cuajar.
A la hora de servir, acompáñalo con un coulis o mermelada de frutos rojos... Suave, aterciopelado, refrescante... Toda una delicia.
Muy suave y sutil. Me han dicho que con té verde también está muy bueno. Probaré y te diré algo!
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