Este es un plato que se hace casi sin darte cuenta: fácil de preparar, que gusta a casi todos y, sobre todo, sano.
El curry es una mezcla de especias picantes (aunque los hay en distintos grados) que se origina en la cocina asiática y que, por extensión, da nombre a los platos de verduras o carne que se cocinan con ellas.
Para aquellos de vosotros que nunca hayan probado un curry, deciros que es un plato muy fácil de preparar, que admite infinitas variantes y que, una vez que lo preparéis, seguro los incorporaréis a vuestro repertorio habitual.
INGREDIENTES
- 200 gr de arroz basmati
- 400 gr de garbanzos
- 600 gr de coliflor
- 700 gr de calabaza
- 500 gr de brócoli
- 2 cebollas
- 2 dientes de ajo
- 40 cl de caldo de pollo
- 250 gr de yogur cremoso sin azúcar
- 15 gr de curry (tres cucharaditas colmadas)
- Sal
PREPARACIÓN
Corta las cebollas y los ajos en trozos pequeños y el resto de verduras en trozos medianos y resérvalos.
Cuece el arroz (doble cantidad de agua que de arroz) con un poco de sal y tras 15 minutos lo tendrás perfecto. Tápalo y resérvalo hasta el momento de emplatar.
En una olla sofríe la cebolla y el ajo. Cuando se hayan dorado, añade la calabaza. Cocínala a fuego medio-alto 5 minutos.
Incorpora el resto de verduras, el curry, una pizca de sal y el caldo de pollo. Tápalo y cuécelo todo durante 25 minutos removiéndolo de vez en cuando. Lo que va a pasar es que la calabaza se va a deshacer un poco y va a comenzar a trabar el caldo.
Pasado este tiempo, agrega los garbanzos y cuécelos 5 minutos más.
Añade el yogur para darle untuosidad al conjunto ayudar a fusionar todos los sabores.
Para terminar, sirve el curry junto con el arroz y prepárate a disfruta de este plato sencillo pero rico en matices y texturas.